Espejo
Poético
(en
recuerdo y homenaje a Miguel Hernández)
Silenciosa
huella de esparto
sobre un
barbecho inhumano.
Manos de
sangre y verso
esparciendo
aromas de sentimiento.
Grito en
puño cerrado
y rabias
contenidas
que no han
de volver
ni al
regazo de tus musas
que
siempre esperaron con miedo.
Miguel
hermano y
compañero
vente a
brindar
con licor
de cebolla tierna
y lágrimas
sin rebaño
con nosotros
los
sedientos de paz y de justicia.
Nos
enseñaste
a sembrar
esperanza en cada casa
floreciendo
los besos
huyendo de
garras y desgracias.
Desde
Ocaña a Orihuela
desde
Madrid a Jaén
todos
peregrinamos tus lares
encontrando
a cada paso
nuestro
poeta sincero
siempre en
lucha
siempre
amigo
siempre
hermano.
Nuestro
poeta…
nuestro-rayo-que-no-ha-de-cesar-jamás
resurgiendo
entre lunas y aceitunas
y vientres
enamorados
fusionando
ausencias con reencuentros
entre
canciones sin fortuna.
Tus cartas
de remite diluido
escritas
en tinta y vino
busco por
buzones y caminos
aviejando
mi figura con arrugas cuán olivo.
(gracias
por siempre Miguel)
Autoría: Félix Martín Franco.